Los festejos comienzan el día anterior con un continuo tronar de tambores durante toda la noche a cuyo ritmo se baila por todas partes hasta el amanecer. Hoy en día esta laguna es un santuario restringido para mamíferos marínos y aves migratorias. Según me cuenta, su padre trabajó más de 30 años en la extracción de sal por lo que se conoce el lugar como la palma de su mano.