Encontraréis piezas clave que van desde una camiseta de algodón de primera calidad, a jerséis de lana merina. Aunque de esa época de la azzurra es más fácil recordar el mundial de Italia en 1934, en el que sólo les faltó apalizar en grupo a los contrarios con la total permisividad de los árbitros. Aunque tiene dudas de que «conozcan el tema deportivo a la perfección», se fía de que «el actual presidente siempre ha dicho que venderá el club al mejor proyecto y no al mejor postor».