«De jugador no cambiaba la camiseta del Atleti, me tenían que dar dos, la mía valía más», camiseta de italia llegó a decir Simeone. Para un idioma tan copioso, variado, expresivo y flexible como el español, muy a duras penas se halla una voz o término extranjero que no tenga equivalencia exacta, o que en último caso, y sin caer en el vicio del barbarismo, no sea asimilable o adaptable con la debida holgura.