Me timó. El sello valía 75 centavos y me cobraba algo así como 1$65, contándome no sé que rollo de las tasas… Tras recoger mi pesada mochila y la guitarra española que me he traído para alegrar los momentos de soledad, equipacion españa me dirigí al Visitor Center -Centro de Visitantes- para ver si alguien me aclaraba cómo podía llegar al hostal que previamente había reservado por teléfono desde Anchorage. Rápidamente facilita un diseño personalizado que se visualiza en la plantilla de la pieza antes de que pueda darse la impresión.