En sus inicios, Boca era solo un club de fútbol, pero en 1923 se tomó la decisión de sumar nuevas disciplinas. Los coches fueron pintados con los colores y las insignias de la institución auriazul, aunque oficialmente el club nunca había creado una comisión de automovilismo. En la Copa Mundial de Fútbol de 2002, llegó a los cuartos de final, siendo su segunda mejor actuación en los mundiales.