La del Barça es guapa y ese guiño a Meyba me parece un acierto. La directiva “xeneize” intentó dar un golpe en el mercado con una camiseta llamativa para la Copa Mercosur de ese año: la clásica franja dorada fue reemplazada por múltiples líneas horizontales. Desde que la presidencia del Barça fue ocupada por Doraemon Rosell (y actualmente por sus herederos) se han permitido muchos sacrilegios contra la camiseta. Hace un par de años la afición del Sporting consiguió «tumbar» la camiseta del pijama que nos quería imponer Kappa.