Su función es contener al bebé, hacer que se sienta protegido y calentito, acostumbrado como está al calor y el espacio reducido del interior del útero materno. Una vez otorgado por el árbitro, los equipos deberán reunirse dentro del campo de juego, y el adversario podrá utilizar el minuto pedido por su rival. Desde ahí, jugando aún como lateral derecho, se volvió en el mejor seleccionado con ese número en la espalda.